jueves, 26 de mayo de 2011

La Percepción de La Realidad (Parte 1)



“Una Nueva Dimensión te hace ver las cosas que ya conoces de una forma distinta… La mayoría de las veces demasiado distinta.”


“Jesús les dijo: Yo Soy El Camino, La Verdad y La Vida, y nadie viene al Padre sino es por Mí”


La Percepción de La Realidad determina inequívocamente como desarrolles tu vida.


Todo nuestro Ser (Espíritu, Alma y Cuerpo) se comunica con el mundo físico mediante los sentidos.


Tus pensamientos, emociones y voluntad están relacionados de una u otra forma con lo que tus sentidos perciben.


Y precisamente en esta área es donde corremos un gran riesgo o se puede transformar en una gran virtud.


Porque los sentidos nos pueden engañar.


La mente y el corazón a cada instante están generando pensamientos y emociones que al traspasarse al punto de lo físico cruzaran por la percepción de los sentidos, de la experiencia con el medio que me rodea.


Si fueras el hijo de Michael Jackson, y tuvieses el sueño de organizar una cruzada de ayuda para los niños que sufren hambre en Zimbawe, seguramente llamarías al presidente de Estados Unidos contándole la gran idea que quieres realizar.


El presidente quizás llamaría al presidente de Zimbawe y le diría: “¡Tenemos un niño americano que quiere ayudar a su nación! Este niño es el hijo de Michael Jackson”


Entonces se generará una gran convocatoria, seguramente famosos y empresarios de todo el mundo se reunirían para realizar esta cruzada.


Fundaciones mundiales y millones de personas de todo el mundo tomarán el sueño de ese niño, el hijo de Michael Jackson, como su propio sueño e irían en ayuda de Zimbawe.


Ahora bien, dime como sucederían las cosas si ese niño no fuera el hijo de Michael Jackson.


Dime como sucederían las cosas si quien tiene ese sueño eres tú…


Muchos se escudarían en decir de que es el hijo de un famoso quien soñó esto, y aunque parezca extraño no es común ver hijos de famosos con estas ideas.


Creo que la diferencia esencial y significativa para lograrlo radica en la Percepción de la Realidad.


Un joven evangelista anónimo en África logró un sueño similar a este: Reunir multitudes y a los presidentes de las naciones entorno a la adoración a Cristo.


Este evangelista es Richard Bonnke. (Recomiendo su libro “Evangelismo con Fuego”)


Me llamó la atención en la lectura del libro como este sueño fue perseverando en él.


No cabrían en libros todos los “no” que enfrentó, y todos los “no puedes” o “no lo lograrás” en un continente donde todos estaban acostumbrados a hacer evangelismo y misiones de la misma forma.


¿Cuál era la diferencia?


Su Percepción de la Realidad.


No era ningún famoso ni hijo de famoso. ¡Era anónimo!


Pero dentro de él había una percepción distinta, muy distinta.


Vio una necesidad que otros no veían y comenzó a crear en torno a él una realidad que otros ni siquiera imaginaban.


Fue en una de sus campañas en que una mujer llegó desde una ciudad muy lejana, con su esposo muerto de hace 3 días.


Esta mujer cristiana contaba que cuando su esposo falleció ella decía: ¡No! Esto no es verdad. Dios me prometió que este año no me sucedería nada malo. ¡Mi esposo no ha muerto!


Al ver el video yo me sorprendía de la convicción de esa mujer.


¡Su esposo estaba muerto, pero para ella esa no era su realidad!


Era tal el grado de convicción que después de 3 días de muerto ella supo que estaría Bonkee en una ciudad cercana, y fue a sacar a su esposo de la morgue, para trasladar el cadáver a otra ciudad.

continúa segunda parte aquí:

La Percepción de La Realidad (Parte 2)


Pablo Ávila.

Solo a Dios Gloria.



La Percepción de La Realidad (Parte 2)


Un día estaba orando pidiendo respuesta a Dios por muchas preguntas que tenía y en un momento Dios me lleva a este pasaje en Isaias 48.


“…Las cosas pasadas desde hace tiempo las declaré, de mi boca salieron y las proclamé, de repente actué y se cumplieron.”


Otra versión dice: “…Y se hizo realidad.”


¡Dios sorprende!


Más adelante dice: “… Desde este momento te hago oír cosas nuevas…ahora han sido creadas, y no hace tiempo… Por amor mío, por amor mío, lo haré.”


¡Esto me dejó impactado!


Asimilar que Dios irrumpe de forma repentina para crear la verdadera realidad de nuestras vidas.


Cuando leí esto consecuentemente asimilé que mi realidad está en Cristo.


Las escrituras dicen que la plenitud de todas las cosas habita en Él, pero no podía entender la profundidad de como esta realidad percibida llegaría a hacerse presente en mí.


En un tiempo de adoración Dios me lleva a observar esto mismo que compartía al principio:


“Yo Soy Tu Camino…


Yo Soy Tu Verdad…


Yo Soy Tu Vida…


Y nadie llega al Padre si no es por Mí.”


¡Yo Soy!


Siendo que Dios quiere habitar en nosotros y nosotros podemos habitar en Él, la única forma para que Él actúe y se haga realidad es que Cristo se forme en nosotros como Camino, Verdad y Vida.


El Camino es el progreso del diseño, lo que Dios ya ha trazado desde el principio es necesario que perseveres en él, que se desarrolle y forme.


La perseverancia es permanecer en la substancia de lo que Dios puso dentro de tí.


Muchos propósitos de Dios han sido cortados tan solo por el hecho de no establecerse en justicia.


Caminar en sendas de justicia es como cuando atraviesas un paso de cebra.


Puedes ir tranquilo por El Camino, aunque vengan mil y diez mil contra ti no te alcanzarán, porque te estableciste en su justicia.


Progresas en el Camino.


Cuando avanzas por este camino los ojos de tu corazón comienzan a ser abiertos. Esto es avanzar con los ojos de la Fe.


Haciendo una paráfrasis de la versión King James dice en Hebreos 11.1:


“La Fe es la substancia de cosas esperadas, la evidencia de cosas que no se ven.”


Los ojos de la Fe en tu corazón te muestran una realidad distinta de la que estás percibiendo.


Te traen una evidencia espiritual de la verdadera realidad que es en Él.


Puedes ver escasez, pero la Fe te muestra abundancia. Puedes ver crisis, pero la Fe te muestra una oportunidad. Ves enfermedad, pero en la Fe ves tu sanidad.


Así como esa mujer en África, con los ojos de la Fe no podía ver a su esposo muerto. Sus sentidos la estaban engañando, la realidad misma que se le presentaba en lo físico… ¡Todo era un engaño!


Porque ella creía en lo que vieron los ojos de la Fe.


“… ¡Y de repente actué… y se hizo realidad!”


La genuina Fe nunca ha sido ciega, los ojos de la Fe pueden ver lo que no ves.

(... continuará)

Para el que quiera ver el video del pastor resucitado aquí:

Testimonio de Resurrección