sábado, 23 de julio de 2011

Primero la Intercesión, luego la Misión.




No dejó de sorprenderme hace muy poco el conocer la horrible mutilación de una mujer de raíces mapuches en la ciudad de Temuco.

Y hoy, al escribir esto, mientras viajaba a San Fernando, me entero de un hombre que en un acto de locura dispara libremente en una estación de metro en la Plaza de Maipú, sin razón aparente y luego se suicida.

La palabra de Dios dice que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino que contra huestes, principados y potestades en los lugares celestiales.

Dios me recordaba el pasaje del rey de Moab, que sacrificó a su hijo frente al muro, para que Israel no siguiera avanzando. (2 Rey cap.3)
En el verso 27 en otras versiones dice: "y lo azotó contra el muro"

El profeta Simón Aquino publicó recientemente un artículo llamado Choque de Gobiernos acerca de este mismo pasaje y precisamente en relación a este mismo acontecimiento de Maipú. 

Solo días antes de este suceso estaba recordando como el rey de Moab había hecho este sacrificio para que los israelitas retrocedieran, buscando unir cielos y tierras de una forma demoníaca.

Le pido ponga atención y lo observe muy bien.

Un hombre puede matar a una mujer, violentarla, pero ya el hecho de que sea mutilada y repartir sus partes por la ciudad no es solo un acto delictual, claramente es un acto guiado con un propósito demoníaco para fortalecer ciclos y pactos de sangre.

Al igual que el suceso de Maipú, cuando este hombre hablaba solo consigo mismo en el metro antes de disparar directamente a la gente: "¡Déjenme tranquilo, déjenme!" decía. 

Alguien que no tenía registros de trastornos psicológicos, y la autorización legal para portar un arma como un detective que pasa por las más altas exigencias de salud mental.

El mundo espiritual es real, y esto es una guerra, quiera usted estar o no. Los Hijos de Dios se encuentran en medio de una guerra.

Ahora bien, en toda guerra usted no solo da golpes, también corre el riesgo de recibirlos, y por esto mismo debemos estar atentos.

Aunque no tuve la oportunidad de estar físicamente, el altar de adoración de 24 horas sin lugar a duda fue un avance del ejército de Dios, pero el enemigo aún sigue buscando "azotar a sus hijos contra el muro" en pactos de sangre.

Pero hay una buena noticia, la sangre del Cordero de Dios nos ha dado autoridad para gobernar.

Sin embargo, la iglesia necesita revestirse de su armadura (Efesios 6) y salir a la batalla. Nuestras armas no son carnales.

Es necesario que entienda esto, no es hablar de las armas, es ocuparlas, actuar conforme a lo que Dios nos amonesta a hacer. 

Estar atentos como un ejército organizado, preparado y dispuesto para salir a la batalla.

Dejar de estar dando golpes al aire.

Agradezco a Dios de equipos de intercesión que se están moviendo en áreas de gobierno, en la educación, en el detenimiento y propuestas de proyectos de ley, etc. Porque han tomado una posición no solo mediante la intercesión.

Se han dado cuenta de que después de la intercesión es necesario desarrollar una misión, una misión de acción.

Deje de vivir como una iglesia "encerrada en una burbuja" y comience a moverse en la dimensión del Reino de Dios, que actúa, avanza, contraataca, no solo por traer personas a los pies de Cristo, sino que también para mover y establecer el propósito de las naciones.

Le dejo la invitación para ser parte de una red misionera y de intercesión por la nación mapuche. Ya sea porque quiere estar orando por esta nación o tiene un llamado misionero. 

Podemos comenzarlo juntos. 

Puede comunicarnos a avanzadadereino@gmail.com y visitar el blog para más información: www.avanzadadereino.blogspot.com

Pablo Ávila.
Hijo de Dios.

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