martes, 15 de marzo de 2011

"... Mi Pecado está siempre delante de mí." (Parte 1)


Estuve meditando en publicar esto hace bastante tiempo, y un amigo fue el puntapié para tomar una decisión firme.

Hace un tiempo queriendo entrar delante del Padre a un tiempo de adoración no podía abiertamente presentarme delante de Él, y me quedé dormido.

Al despertar fue tan doloroso el no poder haber dedicado ese tiempo.

Luego en la noche lo intenté nuevamente, y vi a Dios como "Roca Firme" mostrarse delante de mí, y me decía:

"Al de Carácter Firme lo guardo en Paz".

Y le dije: "Señor, ¿cómo puedo tener ese carácter?"

Quizás encuentren absurdo esto, pero muchas veces creí que tener un carácter firme era ser como un poco indiferente ante los obstáculos, o ser duro frente al dolor, como esas cosas, sin
embargo Dios me dice: ¡Manifiesta mi Amor, mi Perfecto Amor! ¿Por qué temes de Amar como yo amo?"

Y en verdad el Padre nos amó sin medida, Él dijo: No me escogisteis vosotros a mí, sino yo a vosotros. Él no esperó ser escogido por nosotros, sino que escogió amarnos.

Luego esa noche tuve sueños que me inquietaron y le pedí a Dios que me dijera que sucedía.

Al otro día me dice: "Por esto yo no quiero escuchar tu adoración, porque has guardado ocultamente odio en tu corazón, y tus labios son mentirosos, tu Orgullo, odio, celos, contiendas, iras, todas ellas están EN CONTRA DE MI PERFECTO AMOR".

Todas estas cosas me causaron un dolor muy profundo.

Si ven la nota: ¡Los Entendidos Resplandecerán! (1a parte) cuento como Dios sanó mi conciencia de áreas que estaban cauterizadas.

Estas áreas tenían relación en gran parte con el ámbito sexual.

Como un amigo mencionaba en su nota, de la misma forma muchas veces después de ministrar a jóvenes caí en pornografía, masturbación y perversiones sexuales. Mi conciencia estaba cauterizada.

Y hoy comprendo que no solo basta con confesar tus pecados, dice su palabra: "El que confiesa sus pecados y SE APARTA..."

Sin embargo, muchas veces no comprendes que además del pecado hay MORADAS DE INIQUIDAD donde el pecado busca volver a albergarse bajo otros nombres (recomiendo el libro "La Iniquidad" de Ana Mendez, que les dará un muy buen detalle sobre todo esto). Pero a modo de ejemplo, La Iniquidad son especies de "estructuras y fortalezas" que se producen en nuestro interior fortaleciendo con herencias generacionales, traumas de la niñez y otras cosas.

La misma religión es una morada de iniquidad que muchas veces la disfrazamos de "aparente piedad" pero nos aleja de ser genuinos.

Vamos ocultándonos bajo diversas máscaras, caretas, aparentando ser piadoso, pero como Cristo dijo a los fariseos: "Por dentro SOMOS sepulcros blanqueados".

Hasta nos justificamos bajo el concepto "teórico" y totalmente falso de que Cristo lavó nuestros pecados, cuando en realidad ni siquiera una gota de su sangre la hemos expuesto a esos pecados que tanto ocultamos.

El Rey David incluso en sus Adoraciones Proféticas (eso son los Salmos por si no lo sabía, no son "poemas") que eran delante todo el pueblo de Israel, públicamente declaraba:

"¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos."

Si no confiesas tus pecados que conoces, ¿podrás apartarte incluso de los que te son ocultos?

Es que "es maldito el hombre que confía en otro hombre" dirán algunos, pero ignorando las escrituras cuando dicen:

"El que encubre sus pecados no prosperará;
Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia." Prv. 28.13

"A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos." Jn. 20.23 (¿podrían remitir pecados que no conocen?)

"Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho." Stgo. 5.16 (LBLA)

No hay comentarios: